La terapia de ondas de choque, por otro lado, se utiliza para tratar lesiones más profundas. Se puede utilizar para tratar afecciones como la fascitis plantar, la tendinitis crónica o la bursitis. Las ondas de energía utilizadas por esta técnica son producidas por un pulso electromagnético. Estas ondas pueden penetrar más profundamente en los tejidos, y son eficientes a la hora de aislar una zona muy concreta y precisa. A diferencia de la terapia de ondas acústicas, la terapia de ondas de choque utiliza un impulso más rápido y una mayor emisión de energía.
● Alivio rápido y eficaz del dolor
● La movilidad se puede restaurar en muy poco tiempo.
● Es un procedimiento indoloro, no invasivo.
● No hay necesidad de usar ningún medicamento.
● No hay riesgo de infección o rotura de tendones.
● Extremadamente seguro
● No hay tiempo de inactividad.
● Puede acelerar en gran medida la tasa de curación.